Lectura

Él está muerto dijo Robman,  y el joven le respondió, sí, pero en mi corazón no, por eso vengo aquí, a ver las torres, a imaginármelo, a decirle que lo amo, que lo amare siempre.

El joven le pregunto a Robman ¿si alguna vez había amado? ¿Si había amado hasta morir por la persona? Y Robman le respondió, usted es un privilegiado, usted puede amar, en cambio yo nunca seré un humano, nunca podre amar, luego de ver la cara de miedo al joven le dijo, yo soy un robot, lo mejor creado por la ciencia, tengo la mayor fuerza, la mayor inteligencia, pero no tengo un corazón, no sé qué es amor, usted es privilegiado, usted puede sentir, yo no,  tengo la información de que es tristeza, soledad, amor, pero nunca podre sentirlo, ya que no tengo corazón. Ustedes los seres humanos solamente valoran cuando las personas le sonríen, cuando son reconocidos, los que yo admiro de los hombres no es el exterior, sino su interior, su vida, sus sentimientos, ustedes pueden tener sentimientos, mas siendo la especie humana más brillante, no se valoran, piensan que no aman.

Robman desde eso, empezó a viajar por el mundo enseñándoles a los humanos el valor de la vida, el amor hacia uno mismo, que tenía que tener un cariño especial a cada persona, a tener autoestima. El quería un corazón humano, para sentir el dolor, aunque sea, lo más mínimo que pudiera sentir, pero él lo quería sentir. El aparece en muchas historias como el Robot que le enseño a los humanos su valor en la tierra y los sentimientos que tiene.

Esta lectura me enseño que los seres humanos somos los únicos que pueden hacer sentir algo a alguien, por más maquinas que creemos, por más fuertes que sean, más inteligente, más de lo que quieras,  nunca tendrán la capacidad más básica de los seres humanos que es sentir, el tener sentimiento.