jueves, 16 de abril de 2015

Lectura del libro

De repente Robman vio un joven que iba a ser atropellado por el carro, calculo la velocidad del carro, del humano y de cuanto debía para que no lo atropellara, lo salvo, y se sentaron y se hablaron entre ellos, todos entendieron y estaban muy emocionados por todo lo que decía y la manera en que hablaba, y lo adoraban, era un ídolo, creían que podían reemplazar a los psicólogos. El creador idolatraba su creación, esto era malo.

Cuando el chico tuvo una tristeza grande y  empezó a hablar sobre sus sentimientos, y hablo sobre dos torres y decía que siempre las iba a ver, pero Robman le dijo que no veía nada, y el muchacho le dijo que están en su interior, que ellas fueron destruidas pero antes de que pudiera decir algo Robman ya lo había investigado todo, sus estructuras, el avión, sus planos, el hierro, y el muchacho en vez de sorprendido estaba enojado, hasta que Robman dijo que sabía cuántos murieron, cada uno de sus nombres. Y el muchacho empezó a llorar, Robman no supo que hacer, y el muchacho empezó a contar que uno de estas personas fue su padre, era su mejor amigo, el que siempre lo apoyaba en todas las situaciones y lo defendía a cada persona.

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